

Rey de los vampiros

“Regresaré de mi propia muerte
para vengar la de ella
con todo el poder de las tinieblas”.
Bram Stoker's Dracula, 1992
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Cuatro siglos han pasado y el caballero de la orden del Dragón, Draculea, espera por el momento en que el tiempo esté a su favor.
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Jonathan Harker (Keanu Reeves), un joven abogado, es enviado a Transilvania para llevar los documentos que acreditan al excéntrico Conde Drácula (Gary Oldman) como el dueño de varias propiedades en Inglaterra; sin imaginar que su vida y su alma están en peligro con cada instante que pasa en el antiguo castillo del Conde, que no es lo que aparenta ser, pues éste esconde un secreto que lo ha atormentado durante siglos.
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“¿Cree usted en el destino? ¿Qué incluso los poderes del tiempo pueden alterarse para un solo propósito?”.
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Prisionero, y a punto de perder la razón, Harker intenta averiguar los planes del Conde, descubriendo que los gitanos, fieles sirvientes del Conde, trabajan día y noche llenando cajones con la tierra del castillo; mientras es debilitado por unas mujeres que beben su sangre, impidiéndole escapar y reunirse con las personas que aguardan por él en Inglaterra.
Lo que Harker ignora, es que el Conde desea encontrarse con su prometida, Wilhelmina Murray “Mina” (Winona Ryder), quien se parece a Elizabeth, la amada del Conde, y quien le fuera “arrebatada por el engaño humano”, en 1462, y por la cual juró vengarse y abdicó de Dios, sumiéndose en las tinieblas.
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“He cruzado océanos de tiempo para encontrarte”
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Cuando Dràcula llega a Inglaterra, tras haber viajado
en el barco Demeter , sobrevivirá con la sangre de
Lucy Westenra (Sadie Frost), mejor amiga de Mina;
a quien creen enferma de gravedad, por lo que llaman
al experto en enfermedades desconocidas Abraham
Van Helsing (Anthony Hopkins), mentor del
Dr. John Seward (Richard E. Grant) —antiguo
pretendiente de Lucy—, el cual ,junto con
Qincey P. Morris (Billy Campbell) y Lord Arthur
Holmwood (Cary Elwes), se unirán al matrimonio
Harker en la lucha por liberar al mundo de tan terrible
monstruo.
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Bram Stoker's Dracula (1992) fue dirigida por Francis
Ford Coppola, y hasta la fecha es considerada la mejor
adaptación cinematográfica que se ha hecho de la obra
del escritor irlandés Bram Stoker, novela que posicionó
al Conde Dràcula como la figura más icónica de los
vampiros, tanto en el cine como en la literatura.
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El guión de la película estuvo a cargo de James V. Hart. En un principio los productores tenían otras opciones para el posible director del film, entre ellos William Friedkin y John Carpenter; pues Coppola pasaba por un mal momento profesional y económico, ya que sus anteriores filmes no fueron muy exitosos (El Padrino III y Apocalypse Now), sin embargo logró ser el director de Dràcula, película con la que superó expectativas, y que le ayudó a recuperar su prestigio como director; siendo una de las películas más taquilleras de 1992, al recaudar 215, 862, 692 dólares, cuando contó con un presupuesto de 50 millones de dólares, una cifra importante en esa época para el género de terror.
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El film ganó tres premios de la Academia: Mejor edición de sonido, Mejor maquilla y Mejor vestuario, este último a cargo de Eiko Ishioka, artista gráfica, videasta, directora de arte; la cual logró fusionar lo occidental con lo oriental en el vestuario del proyecto cinematogràfico Bram Stoker's Dracula.
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Uno de los elementos más importantes de esta película es la interpretación del actor inglés Gary Oldman como Dràcula, papel por el que se sometía a varias horas de maquillaje, y en el que tuvo que modificar el tono de su voz. Como anécdota, se dice que el actor pedía repetir una escena si llegaba a equivocarse, para no perder la esencia de su interpretación.
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